El glaucoma se define como una enfermedad del nervio óptico irreversible que puede deberse a varias causas y cuyo factor de riesgo más importante en la presión intraocular elevada (PIO). La importancia de esta enfermedad se pone de manifiesto en cuando supone la segunda causa de ceguera en los países desarrollados.
El diagnóstico precoz de la enfermedad es el mejor aliado para poder controlar su evolución.